Quiero comenzar este informe mostrando mi
agradecimiento por las diferentes aportaciones que he recibido y tenido
presente para su elaboración, aportaciones llegadas en forma de resoluciones de
Asambleas, de partidos políticos que forman parte de nuestra organización y
también interesantes reflexiones que a titulo personal me han enviado
diferentes compañeros y compañeras.
La situación excepcional que vive la sociedad
en estos momentos, y también la situación excepcional por la que pasa nuestra
organización nos invita a todos y a todas a un ejercicio de máxima
responsabilidad a la hora de toma de decisiones. No se trata por tanto de hacer
un discurso fácil que busque aplausos ficticios, ni se trata de “pescar en río
revuelto” dentro de una organización como la nuestra con diferentes
sensibilidades. Deberíamos no olvidar que somos un movimiento político y social
y no un partido, y ello nos obliga a buscar, desde el respeto legítimo a las
diferencias, el mayor grado de consenso y cohesión interna posible, sin que
ello signifique por supuesto renunciar a posicionamientos claros y valientes en
un momento difícil para todos pero especialmente para los sectores de nuestra
sociedad que sufre en sus carnes el drama de una crisis que parece no tener
fin.
En definitiva, creo que deberíamos provocar un debate donde la madurez
política sea la protagonista y donde la coherencia de nuestro discurso con
nuestra práctica política sean una realidad desde el compromiso que tenemos con
la sociedad.
CRISIS ECONÓMICA - CRISIS DE VALORES
En el marco de la crisis económica y social
más importante de nuestra reciente historia, existe una resistencia calculada y
premeditada por parte de los grandes poderes económicos para no aceptar algo
evidente en estos momentos como es que el ciclo histórico del modelo
capitalista ha llegado a su fin y ello nos obliga a superarlo en la búsqueda de
un nuevo sistema económico y social que rompa y supere al actual.
Los llamados mercados, el FMI, el BCE, etc.,
siguen con el beneplácito de los principales gobiernos europeos y mundiales,
alimentando las políticas y medidas neoliberales transmitiendo concienzudamente
a la sociedad que son las únicas posibles para salir de esta situación. Y
desgraciadamente este mensaje interesado y repetido acaba calando en la mayoría
de unos ciudadanos y ciudadanas que viven entre la angustia, la indefensión y
el miedo ya no por el futuro sino por el presente más inmediato. Sin embargo,
los datos objetivos que a diario manejamos sobre pobreza, paro (35% en
Andalucía, 55 % jóvenes), desigualdades sociales, precarización laboral,
desahucios (250 desalojos diarios, 6 mill. viviendas vacías), perdidas de
derechos, etc., indican claramente que las medidas puesta sobre la mesa solo
han servido para agudizar una crisis originada por el propio capitalismo.
Con esta situación es más que posible afirmar
que más pronto de tarde, una nueva configuración social se abra paso. De esto
es plenamente consciente la derecha económica y hasta lo tiene asumido como la
gran oportunidad para definitivamente liquidar lo que se dio en llamar Estado
del Bienestar y de paso poner fin a los pocos derechos sociales y laborales que
puedan inquietar a sus intereses. Se trata pues, de que desde la izquierda
seamos capaces de reaccionar y provocar desde la movilización social una gran
respuesta que haga posible el cambio y la superación del actual modelo.
Desde luego, sobran razones para esa gran
respuesta social y, en el caso de España, a las medidas antisociales y de
recortes puesta sobre la mesa, se le añade la provocación de un sistema
financiero fraudulento que estuvo detrás del origen de esta crisis jugando
un activo papel especulativo.
El anunciado rescate de Bankia se ha
transformado en uno aún mayor al conjunto del sistema bancario, soportado con
deuda del Estado español para con la Unión Europea, hasta un total de cien mil
millones de euros que se irán utilizando caso por caso. Lo pinte como lo pinte
el Gobierno Rajoy, se trata de un “rescate” en toda regla del sector financiero
español, del que solo conocemos aún el montante a utilizar y su canalización a
través del estado español, pero cuyas condiciones están aún por concretar.
Convertir la deuda privada en pública socializando las pérdidas es la causa de
esta petición de rescate. El pueblo español responderá de la deuda de los
bancos, pero los bancos no responden de nada ante el pueblo, a pesar de ser
causantes de buena parte de sus problemas.
Es importante recordar en este sentido que
desde Izquierda Unida federal, se pidió la intervención inmediata de Bankia y
que su nacionalización permitiese construir un polo de Banca Pública ; también
se ha pedido una Comisión de Investigación con el fin de depurar
responsabilidades.
Pero no debemos olvidar, que situaciones como
estas, responden como bien afirma nuestro diputado en el Congreso Alberto
Garzón, a que “detrás de la estafa económica se esconde una auténtica crisis
de valores”. Valores perdidos que ponen en jaque el propio concepto de democracia
y de lo que llamamos Estado Social Democrático y de Derecho que recoge la Constitución. Un
Presidente del Consejo del Poder Judicial disfrutando de
vacaciones lujosas y placeres de otra índole con dinero público, un juez como
Garzón apartado de la carrera judicial porque molesta su investigación sobre
crímenes franquistas, una Casa Real con su Rey a la cabeza no solo
despilfarrando dinero de todos en un lugar donde mueren personas de hambre,
sino amparando y consintiendo evasión y malversación de capitales, exministros
y expresidentes del Gobierno cobrando remuneraciones “indecentes” en empresas
privadas que en su día fueron públicas y rentables, corrupción en comunidades
como Madrid, Valencia o la
propia Andalucía donde dinero destinado a crear empleo se emplea
en enriquecimiento personal de unos cuanto o en despilfarros deplorables,
etc.,etc. En definitiva, crisis de valores que solo pueden llevar a la
ciudadanía a la decepción, la apatía, la perdida de esperanza o por el
contrario, y ahí es donde está nuestro papel, a la movilización y a la
rebeldía, teniendo presente que la solidaridad, la ética, la honradez, la
transparencia siempre fueron señas de identidad de izquierda Unida.
ELECCIONES 25-M EN ANDALUCIA. NUEVO CICLO POLÍTICO
Nuestro discurso radicalmente alternativo y
nítido, unido a la coyuntura extremadamente difícil desde el punto de vista
social, político y económico por el que atraviesa Andalucía, hizo posible que
el pasado 25 de Marzo Izquierda Unida se convirtiera desde el punto de vista
institucional, en esa fuerza determinante que tantas veces habíamos demandado
de los ciudadanos.
Nos presentamos a la sociedad manteniendo el
posicionamiento político que durante años, y más aún desde la última Asamblea Federal,
venimos manteniendo: “el capitalismo es el problema, y nosotros somos una fuerza
política anticapitalista que luchamos por transformar la sociedad en la
búsqueda de un nuevo sistema político y social, un nuevo sistema que dimos en
llamar Socialismo del siglo XXI”.
Durante la campaña apelamos a la movilización
social y a la rebeldía (Rebélate), frente a las políticas y alternativas que
ofrecían PP y PSOE, y lo hicimos desde el convencimiento que otra salida a la
crisis es posible y que esta crisis capitalista no la podían pagar los
trabajadores.
Repetimos una y mil veces que nos opondríamos
a la puesta en práctica de políticas de derechas vinieran de la mano del PP o
del PSOE, afirmamos con rotundidad que desplazaríamos el “rosa desteñido de San
Telmo”, que habría tolerancia cero con la corrupción y el enchufismo, que la
izquierda de verdad tenía que abrirse paso para demostrar que las cosas podrán
hacerse de otra manera. Buscamos acertadamente en este camino la complicidad de
sectores y agentes sociales progresistas.
Creo que acertamos en el discurso y en la
estrategia y ello contribuyó a obtener un gran resultado que supuso además de
la alegría lógica en nuestra organización, la esperanza para muchos ciudadanos
y ciudadanas hastiados e indignados con las políticas del PP en el Gobierno
Central y las del PSOE en Andalucía que veían y espero que sigan viendo en
Izquierda Unida una referencia diferente y en ella depositaban su confianza.
En un escenario sin mayoría absolutas de
ninguno de los dos partidos políticos mayoritarios se abría paso un nuevo ciclo
político donde IU jugaría ese papel determinante antes referido.
NUEVO GOBIERNO PSOE-IU
Descartado desde el principio y durante la
propia campaña en nuestro discurso cualquier posibilidad de permitir un
gobierno del PP, Izquierda Unida tras una consulta democrática a sus bases tomó
la histórica decisión de formar parte del Ejecutivo Andaluz junto al PSOE
La decisión, sin dudas trascendental para el
presente y el futuro de nuestra organización, fue adoptada tras unas negociaciones
entre ambas organizaciones que provocaron las primeras diferencias y críticas
dentro de I.U.
Es evidente y así quiero dejarlo claro, que en
el proceso de negociación la información y la comunicación no ha existido. Y no
ha existido no ya solo con las bases sino con las propias direcciones. Es
cierto, que en un proceso de este tipo no todo puede salir a la luz pública,
pero no es menos cierto que la mayoría de los avances y acuerdos que se
alcanzaban los conocíamos a través de los medios de comunicación cuándo ya eran
hechos consumados. Esta falta de comunicación ha creado y sigue creando una
sensación de malestar, desorientación e incertidumbre en una militancia que
quiere ser participe de decisiones tan transcendentales como las que estamos
tomando. ¿Como se concretan presupuestariamente los compromisos acordados? , ¿Por
qué estas Consejerías y no otras?, ¿Por qué Consejerías que se vacían de
competencias con respecto a legislaturas anteriores? , ¿Qué criterio se sigue
en los nombramientos de nuestros cargos?, ¿se está teniendo en cuenta la
paridad de género ?...Estas y otras muchas interrogantes deben tener respuesta
para una militancia que es la base fundamental de nuestra organización y que además
es quien da y dará la cara ante la sociedad en un momento nada fácil.
PLAN DE AJUSTE DE LA JUNTA. RECORTES
De manera prácticamente simultanea a la
concreción de este acuerdo de Gobierno por el que hemos apostado la mayoría de
IU, la aprobación del Plan Financiero de Ajuste ( también conocido por los
medios de comunicación antes que por nuestra propia organización) ha encendido
las alarmas en una militancia que en su inmensa mayoría no puede creer, no da
crédito, a que estas propuestas al menos las referentes a los recortes
saláriales de los empleados públicos, haya contado con el apoyo de Izquierda
Unida.
Las reacciones, como es lógico, no se han
hecho esperar en forma de resoluciones, escritos y otros medios. Y entiendo
que de manera clara y contundente desde este Consejo Provincial debemos dejar
claro a nuestro Grupo Parlamentario que de ninguna de las maneras podemos a
poyar estas medidas y que deben votar en contra.
La dirección andaluza y nuestro grupo en el Parlamento han
de ser conscientes que nuestro histórico estreno en el Gobierno andaluz no
puede venir marcado por la sumisión, aceptación o complicidad de recortes
sociales y laborales. Y desde luego no podemos seguir
esgrimiendo para justificar lo injustificable (al menos desde nuestra
coherencia política), los mismos argumentos que a diario nos repiten personajes
como Merkel, Rajoy, Cospedal, Aguirre, o el propio Zapatero en su día.
Las medidas propuestas son radicalmente
diferentes a las que desde IU hemos venido planteando frente a los recortes,
vuelven a cargar contra los trabajadores y el deterioro en la calidad de
servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad, y además se
enmarcan en la consecución del objetivo del déficit (1,5% del PIB) que nada
tiene que ver con los posicionamientos defendidos por IU.
Por otra parte es importante señalar que
ningún órgano político de Izquierda Unida ha dado el visto bueno al apoyo, y
que no se ha contado con la opinión de esos agentes sociales que colaboraron
con nosotros en la campaña y en la confección de nuestro programa electoral. Y
en este sentido debemos tener todos claro que nuestras políticas jamás se
abrirán paso por mucho que estemos en el Gobierno si no es contando con el imprescindible
apoyo de una fuerte base social.
Entiendo por tanto que apoyar medidas de este tipo serían un
error imperdonable por la sociedad y significaría dilapidar en días el crédito
ganado durante años de esfuerzo colectivo.
NUESTRA CREDIBILIDAD EN JUEGO. ¿QUÉ HACER AHORA?
“Poca
gracia tiene escribir lo que se vive.
El desafío está en vivir lo que se
escribe.”
Eduardo
Galeano
En este momento crucial tenemos, no solo hacer
un gran esfuerzo por mantener nuestra credibilidad, sino tal vez, como bien
apuntaba una compañera en la última ejecutiva provincial, tenemos la difícil tarea
de recuperarla. Por ello, creo que se hace necesario rectificar de manera urgente
los errores que sin duda hemos cometido.
No pienso que sea cuestión de plantearnos la permanencia o
no en el Gobierno, pero si pienso que es fundamental tener y dejar claro cómo y
de qué manera vamos a estar en este Gobierno.
Debemos aprovechar el aplazamiento en la
puesta en marcha del Plan de Ajuste llevado a cabo por exigencia de nuestro
grupo de manera acertada, y también su tramitación como Proyecto de Ley, para
dejar meridianamente clara algunas cuestiones. Y hacerlo desde la premisa
irrenunciable de que nuestro discurso no ha cambiado, sigue siendo el mismo,
y su puesta en práctica en las Instituciones tiene que ser un ejemplo de
coherencia.
No podemos ignorar nuestro programa, nuestras señas de
identidad, nuestra historia...; no podemos compañer@s pasar en cuestión de días
de la esperanza a la decepción.
Por ello os planteo a modo de resumen una
serie de conclusiones que podemos ampliar y mejorar con las aportaciones que se
produzcan en el transcurso del debate, pero que en principio serían las siguientes:
- La recuperación económica y la salida de la
crisis tanto en Andalucía como en el resto del Estado, no puede venir por la
aplicación de políticas de ajustes y recortes que solo sirven para estancar aun
más la inversión y perjudicar a amplios colectivos de la población.
- El Gobierno Andaluz, con Izquierda Unida
al frente debe ser un referente activo de oposición a las políticas
neoliberales impuestas por el Gobierno Central del PP y de la Unión Europea.
Para ello hemos de hacer vales nuestro
programa sin concesiones ante cualquier tipo de medidas antisociales.
- Solo desde la movilización social y la
coordinación de todos los sectores ciudadanos (sociales, sindicales,
políticos,...) podremos combatir cualquier tipo de medidas de recortes vengan
de donde vengan (Europa, España, Andalucía). En este sentido es fundamental
nuestro rechazo y movilización frente a los recortes previstos en el Real
Decreto 14/2.012 y exigir que se garantice la universalidad de la prestación
sanitaria como prescribe nuestro Estatuto de Autonomía, así como el compromiso
de la Junta de Andalucía para el mantenimiento de las cuantías de las becas y la
no subida de las tasas universitarias.
- Mas allá de las consecuencias que puedan
derivarse en las relaciones de gobierno con el PSOE, mostramos nuestra total oposición
al Plan de Recortes presentado, por innecesario y porque entra en total
contradicción con las posiciones políticas que hemos defendido.
- En el actual Plan de Ajuste alternativo que
desde el Área de Economía de IU se está elaborando, consideramos imprescindible
que quede reflejado la apuesta por la ejemplaridad de los Cargos Públicos ante
cualquier medida, la obtención de mayores ingresos y la eliminación de
cualquier medida que afecte al colectivo de trabajadores y trabajadoras, exceptuando
lógicamente a altos cargos antes referidos. En todo caso, el Plan de Ajuste no
supondrá recortes salariales en ningún colectivo de trabajadores públicos de
Andalucía, ni recortes en las inversiones productivas previstas. En este
sentido, las alternativas al plan inicialmente previsto se centrarán en medidas
de ahorro y reducción de gastos en los siguientes apartados:
1.- Gastos Corrientes
2.- Transferencias Corrientes
3.- Altos Cargos y Cargos Directivos de Entes
Instrumentales (Empresas Públicas, Agencias, Consorcios y Observatorios)
- Cualquier decisión final el Plan de Ajuste
corresponde tomarla a la organización, y serán los órganos de la dirección de
Izquierda unida los que adopten los acuerdos sobre el citado plan.
Sevilla, 11 de Junio de 2.012
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