Juan
Rosell, en su conocido papel de provocador, ha lanzado recientemente la
“propuesta estrella” de la patronal española para los casi 5 millones
de desempleados que, hoy por hoy, inundan las Oficinas de Empleo de
nuestro país.
Después de algunas declaraciones que retratan al Presidente de la CEOE, “si los empresarios despiden, sus motivos tendrán” o “hay que facilitar el despido en España”-con
casi 5 millones de parados- en su pretensión de desregular y precarizar
el mercado laboral e impedir un proceso de negociación que de
resultados, posibilitando así que legisle el Gobierno de Rajoy, Rosell
plantea que “lo único que se nos ocurre para crear empleo es poner en
marcha los minijobs en España”.
Ante
esta propuesta, el Secretario General de CCOO, Ignacio Fernández Toxo,
ha planteado su total rechazo a la por considerar que, en España existe
un salario mínimo interprofesional y no puede plantearse modalidades de
contratación que estén por debajo de este mínimo fijado y mucho menos si
éstas modalidades no llevan asociadas ningún tipo de protección en el
marco de las relaciones laborales.
Éstos
“minicontratos” servirían, a nuestro entender, para sustituir fórmulas
de contratación temporal existentes que si llevan asociadas protección
social, se fijan según el SMI y bajo el amparo de los convenios
colectivos. Su mera existencia haría peligrar de esta manera la
contratación a media jornada y otras fórmulas de contratación con
garantías para los trabajadores y por supuesto los únicos beneficiados
serían los empresarios que ahorrarían, aún más si cabe, en costes
laborales.
Si
esto es “lo mejor que se le ocurre” al Presidente de la patronal
española para solventar el problema del desempleo en España, aviados
vamos.
Por
otra parte también Rosell es de los de la idea de meter la tijera entre
los empleados públicos, sin explicar, por supuesto, que cualquier
recorte –incluida fórmulas de despidos- en los servicios públicos
conlleva, de manera ineludible, un deterioro de los propios servicios
que se prestan con carácter universal y solidario, con lo cual no sólo
plantea la posibilidad de dejar a más personas en situación de
desempleo, sino también que los que menos tienen sufran de nuevo
recortes en los servicios públicos, con lo que se obligaría a la
ciudadanía, de manera indirecta, a recurrir al sector privado. Y nos
preguntamos nosotros, con 5 millones de parados, con millones de
personas que ya no perciben prestación alguna, con la inestabilidad
existente en el mercado laboral y con una pérdida bestial del poder
adquisitivo entre las familias españolas, ¿está planteando la patronal
agudizar la situación de desequilibrio entre los que mas tienen y los
que menos tienen? ¿Seguir pagando la crisis los bolsillos de los
trabajadores?
Ante
este tipo de propuestas, el sindicato, las organizaciones de la
izquierda política y en general el conjunto de trabajadores y
trabajadoras, la firmeza y la posición de resistencia en la lucha han
de ser los pilares básicos para que dentro de un mes ni a Rosell ni a
Rajoy se les ocurra meter la mano, una vez mas, en el bolsillo de los
trabajadores.
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