Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz,
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el VIII Período
Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el
23 de diciembre del 2011, “Año 53 de la Revolución”
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Compañeras y compañeros:
El octavo período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional que
hoy concluye ha aprobado el plan de la economía y la Ley del Presupuesto
para el año 2012. Igualmente, los diputados recibieron abundante
información sobre la marcha del proceso de implementación de los
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la
Revolución, acordados por el VI Congreso. También rindieron cuentas ante
el Parlamento el Presidente del Tribunal Supremo Popular y el Fiscal
General de la República.
Esta sesión ha sido precedida por la reunión ampliada del Consejo de
Ministros el pasado 16 de diciembre y la celebración el miércoles 21 del
Tercer Pleno del Comité Central del Partido, así como el trabajo de las
12 comisiones permanentes del Parlamento desde el pasado martes. Por
todo ello, no abundaré sobre los temas analizados y me referiré solo a
algunas cuestiones fundamentales.
En medio de los vaivenes de la crisis financiera global, la economía
cubana ha mostrado un desempeño aceptable y sostenido, el Producto
Interno Bruto creció un 2,7 por ciento, inferior al 3,0 por ciento
planificado, debido, básicamente, a la inejecución de inversiones y al
incumplimiento de algunas producciones agropecuarias y de las industrias
alimentaria y de materiales de la construcción.
Al propio tiempo, en el 2011 se inició la paulatina recuperación de
la producción azucarera, se sobrepasó la cifra récord de visitantes
extranjeros, se ha logrado preservar el equilibrio monetario interno y
la dinámica favorable en la relación productividad–salario medio.
Estructuralmente mejora la economía a partir de proporciones más
adecuadas en las inversiones, priorizándose las de carácter productivo e
infraestructural.
Continuamos avanzando en el restablecimiento de la credibilidad
internacional de nuestra economía, mediante el estricto cumplimiento de
las obligaciones financieras que resultan de la renegociación de deudas
con los principales acreedores, política que proseguiremos reforzando en
lo adelante.
El 18 de diciembre del pasado año al intervenir en este Parlamento,
expresé que antes de concluir el 2011 suprimiríamos totalmente las
limitaciones de transferencias desde bancos cubanos al exterior a favor
de suministradores extranjeros.
Hoy estamos en condiciones de afirmar que hemos cumplido ese
compromiso y, además, que se han puesto en vigor procedimientos para
evitar nuevas retenciones en el futuro, salvo circunstancias
excepcionales.
El plan de la economía del próximo año fue confeccionado en
correspondencia con los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del
Partido y posee un nivel cualitativamente superior en cuanto a la
conciliación de las demandas entre productores y clientes. No obstante,
se mantendrán las tensiones financieras, lo que nos obliga a continuar
reduciendo gastos de todo tipo, que son todavía una de las primeras
fuentes de ingresos a nuestra disposición. El Producto Interno Bruto
deberá crecer un 3,4 por ciento.
A pesar de que se planifica el aumento de las producciones nacionales
de alimentos, entre ellas arroz y granos y en consecuencia, disminuirán
las cantidades a importar, estas a resultas de la elevación de los
precios, o sea, las importaciones de alimentos, ascenderán a algo más de
1 700 millones de dólares. Tal realidad nos indica con elocuencia la
necesidad de avanzar con solidez en el propósito de poner en producción
todas las tierras todavía ociosas o deficientemente explotadas.
El déficit del presupuesto del Estado se mantendrá al mismo nivel que
en el 2011, o sea, el 3,8 por ciento del Producto Interno Bruto,
asegurándose con racionalidad los servicios gratuitos a la población en
materia de salud, educación, cultura y deportes, así como la seguridad
social, los subsidios a la canasta familiar normada y a personas
naturales con insuficiente solvencia para la adquisición de materiales
de la construcción, entre otros.
Pasando a otro asunto, muy estrechamente ligado al funcionamiento
económico de la nación y del cual, a pesar de que se ha hablado en
varias ocasiones, incluyendo el Informe Central al VI Congreso, los
propios Lineamientos —concretamente el No. 10—, intervenciones ante el
Parlamento y en múltiples reuniones del Consejo de Ministros; no se
aprecia el avance requerido, es el papel primordial del contrato en las
interrelaciones de las empresas, unidades presupuestadas y las formas
no estatales de gestión, lo que se refleja en la deficiente situación de
los cobros y pagos, con el consiguiente trastorno a las finanzas
internas y el favorecimiento de hechos delictivos y la corrupción.
Lo anterior se puso de manifiesto, por solo citar un ejemplo, en los
suministros fraudulentos de productos agropecuarios a los mercados de la
capital, que no existieron, ni se cultivaron, generando un desfalco de
más de 12 millones de pesos a causa del actuar delictivo de directivos,
funcionarios y otros trabajadores de las empresas estatales
comercializadoras, así como de agricultores pequeños que se prestaron
como testaferros, a todos los cuales se les exigirán responsabilidades
administrativas y penales, en correspondencia con la gravedad de los
hechos.
Traigo el tema a colación para ilustrar la necesidad imperiosa de que
todos los que dirigimos en los diferentes niveles, desde la base hasta
los máximos cargos del país, asumamos una conducta firme ante la
indisciplina y el descontrol en los cobros y pagos, que constituyen una
de las causas y condiciones principales para el delito. Estoy convencido
de que la corrupción es hoy uno de los principales enemigos de la
Revolución, mucho más dañino que la actividad subversiva e injerencista
del gobierno de Estados Unidos y sus aliados dentro y fuera del país.
La Contraloría General de la República, la Fiscalía y los órganos
especializados del Ministerio del Interior, tienen instrucciones de
combatir este flagelo, con toda la severidad que permiten nuestras
leyes, como en su momento se enfrentó exitosamente el incipiente
tráfico de drogas a partir de enero de 2003.
En esta batalla estratégica se ha elevado la coordinación, cohesión y
exigencia en el enfrentamiento al delito y comienzan a verse algunos
resultados, tanto en los hechos llamados de “cuello blanco”, cometidos
por directivos y funcionarios nacionales y extranjeros vinculados con el
comercio exterior y la inversión extranjera, como en las fechorías
llevadas a cabo por delincuentes comunes en contubernio con dirigentes
administrativos y empleados de dependencias estatales, en los procesos
productivos, la transportación y distribución en entidades de la
industria alimentaria, el comercio, la gastronomía, el sistema de la
vivienda y los ministerios de la Industria Básica y la Agricultura.
Precisamente, en el sector agropecuario, desde el primero de agosto
del presente año se fortaleció, de manera sensible el combate contra el
hurto y sacrificio de ganado mayor y la consiguiente comercialización de
su carne en el mercado negro, un fenómeno que a lo largo de los años
floreció con determinada impunidad, provocando graves afectaciones a
productores estatales y privados, no solo desde el punto de vista
económico, sino también moral y social.
La Policía Nacional Revolucionaria, junto a otras fuerzas del
Ministerio del Interior, en estrecha cooperación con las organizaciones
políticas y de masas, ha asumido con profesionalidad y sistematicidad la
tarea de erradicar definitivamente el cuatrerismo de los campos
cubanos, delito en cuya ejecución participan en complicidad con los
matarifes, jefes y especialistas de empresas estatales, unidades básicas
de producción cooperativa, agricultores pequeños, veterinarios y
directores municipales y otros funcionarios de la institución que se
supone debe velar por el crecimiento de la masa ganadera en el país, me
refiero al Centro de Control Pecuario, conocido por sus siglas como
CENCOP.
Creo oportuno aclarar que no se trata de una campaña más, como
ciertamente ha sucedido en el pasado, cuando las acciones para
restablecer el orden, al decursar del tiempo, se han descontinuado y
sobrevino la rutina y la superficialidad, dándole la razón a aquellos
que esperaban que todo volvería a ser igual y que “las aguas cogerían su
nivel” para seguir medrando a costa del patrimonio de nuestro pueblo.
Puedo asegurarles que esta vez sí se acabarán los cuatreros en el
país, como se acabaron los traficantes de droga, y no resurgirán, porque
estamos decididos a hacer cumplir las instrucciones impartidas por el
Gobierno y los acuerdos del Congreso del Partido. Lo mismo les digo
respecto a aquellos burócratas corrompidos, con cargos obtenidos a golpe
de simulación y oportunismo que utilizan las posiciones que todavía
ocupan para acumular fortunas, apostando a una eventual derrota de la
Revolución.
Este miércoles, en el Pleno del Comité Central, analizamos con
profundidad estos factores y mostramos una serie de documentales e
interrogatorios a delincuentes de cuello blanco. En su momento, en las
respectivas provincias, les serán mostrados a todos ustedes, compañeros
diputados, y también a otros dirigentes.
Tenemos muy presente la alerta de Fidel el 17 de noviembre de 2005 en
el Aula Magna de la Universidad de La Habana, hace algo más de seis
años, al referirse a que este país puede autodestruirse por sí mismo,
que hoy el enemigo no puede hacerlo, nosotros sí, y sería culpa nuestra
—concluía el Jefe de la Revolución en aquella ocasión. Por eso acordamos
hace dos días, en el III Pleno del Comité Central que les acabo de
mencionar, que acabaremos con esa plaga parasitaria.
En nombre del pueblo y de la Revolución advertimos, que dentro del marco de la Ley, seremos implacables.
Muy vinculado con esa firme determinación de recuperar la disciplina
social en nuestra Patria, se encuentra el proceso de implementación de
los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la
Revolución que fue debatido en la actual sesión de la Asamblea Nacional,
pues a nadie le cabe dudas de que con este panorama que les estoy
narrando sería muy difícil actualizar nuestro socialismo.
La Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo ha
brindado una amplia información sobre la marcha de su trabajo y la
adopción de un conjunto de decisiones en cumplimiento de los acuerdos
del Congreso del Partido. No me detendré en hacer un inventario de
ellas, son solo los primeros pasos. Las cuestiones fundamentales están
pendientes, lo que no significa que no se avance al ritmo previsto.
Continuaremos haciendo realidad todo lo acordado, sin prisa, pero sin
pausa, con la integralidad y gradualidad requeridas, sin
apresuramientos ni improvisaciones, contribuyendo a la superación de la
vieja mentalidad dogmática y corrigiendo oportunamente los errores que
podamos cometer. No descuidaremos, ni un instante, la unidad de la
mayoría de los cubanos en torno al Partido y la Revolución, esa unidad
que nos ha servido para llegar hasta aquí y seguir adelante en la
construcción de nuestro Socialismo.
Como era de esperar, no han faltado las exhortaciones, bien y mal
intencionadas, para que apresuremos el paso y se nos pretende imponer la
secuencia y alcance de las medidas a adoptar como si se tratara de algo
insignificante y no del destino de la Revolución y de la Patria.
Tras la autorización de la compra-venta de autos particulares y
viviendas, no pocos consideran urgente la aplicación de una nueva
política migratoria, olvidándose de las circunstancias excepcionales en
que vive Cuba bajo el cerco que entraña la política injerencista y
subversiva del gobierno de los Estados Unidos, siempre a la caza de
cualquier oportunidad para conseguir sus conocidos propósitos.
El 1ro. de agosto pasado en este Parlamento abordé públicamente el
tema y expuse que nos encontrábamos trabajando para instrumentar la
actualización de la política migratoria vigente y que se avanzaba en la
reformulación y elaboración de normativas reguladoras, en
correspondencia con las condiciones del presente y el futuro previsible.
Hoy ratifico todos y cada uno de los planteamientos realizados en
aquella oportunidad, al tiempo que reafirmo la invariable voluntad de
introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja
temática, sin dejar de valorar en toda su integralidad los efectos
favorables y desfavorables de cada paso que demos.
Ahora dedicaré algunos minutos a la política exterior.
El 2011 ha sido un año convulso para el mundo, hoy se manifiestan
tendencias cada vez más peligrosas y reaccionarias, a la par que se
incrementan las expresiones de resistencia y protesta popular contra el
capitalismo neoliberal.
Los mecanismos de Naciones Unidas, creados para preservar la paz y la
seguridad, han sido manipulados para imponer al planeta la tiranía de
Estados Unidos y la OTAN, que asumen como modelo el “cambio de régimen”,
la violación de los principios del Derecho Internacional y el empleo de
los emporios financiero-mediáticos para atizar el odio y la violencia.
Mientras, en decenas de ciudades norteamericanas y europeas, aumenta
el apoyo al mensaje de los “indignados”, dirigido a poner fin a la
creciente desigualdad en los países desarrollados.
Instamos a esos gobiernos, que tanto pregonan sobre democracia,
derechos humanos, libertad de prensa, etc, etc, a escuchar sus legítimas
demandas, a consultar a sus pueblos las políticas económicas, las
medidas de ajuste y a tomar en cuenta a la opinión pública, sin la
brutal represión a que con frecuencia someten a las manifestaciones
estudiantiles, profesionales, obreras, de inmigrantes y otras minorías.
Al propio tiempo, Nuestra América avanza hacia la integración y la
soberanía regional, muestra de ello fue la constitución en Caracas, el
pasado 2 de diciembre, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC), lo que representa el hecho institucional de mayor
trascendencia en el hemisferio durante los dos últimos siglos desde la
Independencia.
Cuba recibió el honor de haber sido elegida unánimemente para
presidir la CELAC en 2013 y acoger su tercera Cumbre al terminar ese
año. Con ello, se reivindica a toda la América Latina y el Caribe,
cuyos pueblos invariablemente alentaron la heroica lucha de los cubanos.
Pocos días después, en Trinidad y Tobago, nuestro país agradeció la
solidaridad de los hermanos caribeños en la Cumbre CARICOM-Cuba.
Antes de Semana Santa recibiremos la visita apostólica de Su
Santidad, el Papa Benedicto XVI, Jefe del Estado de la Ciudad del
Vaticano y Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
Nuestro pueblo y gobierno tendremos el honor de acoger a Su Santidad con afecto y respeto.
Los cubanos no olvidamos los sentimientos de amistad y respeto que
dejó en 1998 la presencia en nuestra tierra del Papa Juan Pablo II.
Asimismo, en la medida que crece la ejecutoria internacional y el
reconocimiento mayoritario a la Revolución Cubana, nunca fue mayor el
descrédito de la política de los Estados Unidos hacia nuestra región y
la condena en el mundo, en la propia sociedad norteamericana y en la
emigración cubana, al genocida bloqueo económico, político y mediático
contra Cuba.
Al mismo tiempo que actualizamos nuestro socialismo, cambiando todo
lo que debe ser cambiado, el gobierno de los Estados Unidos sigue
anclado al pasado.
Barack Obama, el onceno Presidente estadounidense desde 1959, parece
no comprender que Cuba hizo enormes y prolongados sacrificios para
conquistar su independencia en el siglo XIX y defender su libertad en
Playa Girón, en 1961, en la Crisis coheteril de Octubre de 1962, en el
comienzo del Período Especial en la última década del siglo XX y en
todos estos años del actual siglo XXI. A veces, da la impresión de no
estar siquiera informado de que, ante esta realidad, su gobierno ha
tenido que renunciar a los pretextos más repetidos para justificar el
bloqueo e inventar otros cada vez más insostenibles.
Con ecuanimidad y paciencia, nos dedicaremos a cumplir los acuerdos
del Congreso mientras transcurren las elecciones estadounidenses.
Sabemos que el bloqueo continuará y que se incrementará el
financiamiento y los intentos de convertir a un puñado de mercenarios en
una oposición desestabilizadora, pero eso no le quita el sueño a un
pueblo revolucionario como el nuestro, instruido, armado y libre, que no
renunciará nunca a defenderse (Aplausos).
Aunque el inmovilismo del gobierno norteamericano y su ausencia de
voluntad política para mejorar las relaciones alientan a los sectores
más reaccionarios a impulsar nuevas provocaciones y acciones de
agresión, Cuba mantiene la propuesta de avanzar hacia la normalización
de sus vínculos con Estados Unidos y desarrollar la cooperación en todas
las esferas que puedan beneficiar a ambos pueblos.
Los lazos familiares y el limitado intercambio que existen entre los
dos países demuestran hoy cuan positiva sería su expansión para el bien
de todos, sin las trabas y condicionamientos impuestos por el gobierno
de Estados Unidos, que subordina cualquier progreso a su política de
hostilidad e injerencia, encaminada a restablecer el dominio sobre Cuba.
Antes de concluir, debo informar a esta Asamblea que el Consejo de
Estado, en un gesto humanitario y soberano, acordó indultar a más de
2 900 sancionados.
Entre estos se encuentran mujeres, enfermos, personas con más de 60
años de edad y también jóvenes que han elevado su nivel cultural y las
posibilidades de reinserción social.
No se incluyen en este beneficio, salvo contadas excepciones, los
sancionados por delitos de Espionaje, Terrorismo, Asesinato, Homicidio,
Tráfico de Drogas, Pederastia con Violencia, Violación y Corrupción de
Menores y Robo con Fuerza en vivienda habitada. No obstante, serán
puestos en libertad algunos condenados por delitos contra la Seguridad
del Estado, que han extinguido en prisión una parte importante de la
pena, con buena conducta.
De manera sistemática y en cifras anuales superiores a las
comprendidas en este indulto, el Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía
General de la República y los órganos especializados del Ministerio del
Interior, según las regulaciones legales vigentes, evalúan y disponen la
excarcelación anticipada de sancionados, atendiendo a su
comportamiento, las características de los hechos cometidos y las
condiciones familiares y de salud, a lo que se unieron, esta vez,
múltiples solicitudes de familiares y de diversas instituciones
religiosas, entre ellas el Consejo de Iglesias de Cuba y la
Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, por intermedio de su
Presidente.
Se ha tenido en cuenta, además, la anunciada visita a Cuba del Papa
Benedicto XVI y la celebración del 400 aniversario del hallazgo de la
imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre.
El indulto se hará efectivo en los próximos días, como una muestra más de la generosidad y fortaleza de la Revolución.
Al propio tiempo, manifestamos la disposición de conceder la
excarcelación anticipada a 86 ciudadanos extranjeros, de 25 países,
incluidas 13 mujeres, condenados por los tribunales por delitos
cometidos en Cuba, bajo la condición previa de que los gobiernos de sus
naciones de origen acepten su repatriación.
Por los canales diplomáticos se hará llegar próximamente la
información requerida a dichos gobiernos a través de las autoridades
correspondientes.
Por último, a pocos días de finalizar este año de intenso trabajo,
llegue a todo nuestro pueblo, en primer lugar a nuestros valerosos Cinco
Héroes y sus valientes familiares, una calurosa felicitación por el año
nuevo y un aniversario más del triunfo de la Revolución.
Ya en enero nos espera la celebración de la Primera Conferencia
Nacional del Partido, así que no habrá mucho tiempo para descansar.
Eso es todo.
Muchas gracias.
(Ovación.)
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