La
federación de izquierdas alega contra una normativa que, entre otros
despropósitos, pretende imponer el mismo hilo musical y decoración en
todas las casetas, además de prohibir la colocación de determinados
símbolos y banderas
La
Asamblea de Triana de Izquierda Unida en Sevilla ha presentado un total
de siete alegaciones a la ordenanza municipal que el Gobierno local
pretende poner en marcha con el fin de regular en lo sucesivo la
ordenación y el desarrollo de la Velá de Santiago y Santa Ana, al
discrepar profundamente tanto con el espíritu como con la letra del
texto inicialmente aprobado por el PP.
Según
ha explicado el portavoz de IU en el Ayuntamiento hispalense, Antonio
Rodrigo Torrijos, esta normativa, tal y como está concebida, atenta
gravemente contra los principios constitucionales de libertad ideológica
y de expresión, en tanto que persigue una suerte de homogeneización
cultural inaceptable de la fiesta, recurriendo para ello, por un lado, a
la imposición de una serie de obligaciones estéticas contrarias a la
diversidad y pluralidad de la Velá, y, por otro, a la adopción de
prohibiciones absurdas e injustificables. De ahí que en la introducción
de las alegaciones, esta fuerza política abogue ya, con carácter previo,
por la retirada y reformulación de la propia ordenanza.
Entre
las principales objeciones que IU formula a la iniciativa del Gobierno
local, destaca por ejemplo la petición de suprimir el párrafo segundo
del artículo 8, en el cual se establece que “todas las casetas estarán decoradas con motivos trianeros y alusivos a la Velá”.
La federación de izquierdas entiende que, dada la falta de concreción
de este precepto, lo mejor es anularlo, puesto que “consensuar los
sentimientos y emociones que llevan a identificar una fiesta resulta
imposible, salvo que exista una intención oculta de imponer un tipo de
decoración a la fuerza”.
Igualmente, IU plantea la eliminación del artículo 11, en el que se dictamina que: “todas
las casetas a lo largo de la calle Betis tendrán exclusivamente el hilo
musical aportado por el Distrito. Se prohíbe por tanto usar música
propia o grupos musicales”. Este criterio “nos parece totalmente
fuera de lugar e impropio de un Gobierno municipal que se precie de
democrático”, ha indicado Torrijos, quien no duda en tildar la medida de
“agresión a la individualidad y al derecho de cada caseta a
diferenciarse de las demás y a referenciarse como sus titulares estimen
conveniente”.
En cuanto a la prohibición de instalar en las pañoletas “cualquier tipo de abultado realizado con madera u otro material así como cualquier motivo o elemento inconstitucional” (artículo 16), IU solicita añadir al texto la leyenda “así declarado expresamente por sentencia del Tribunal Constitucional”. Con
dicha adición se busca garantizar que la definición de estos supuestos
no quede al arbitrio de ningún funcionario, cargo público u órgano
específico.
Del mismo modo, IU se opone a la prohibición, recogida en el artículo 19, de “las colgaduras de cualquier tipo que partan desde la trasera de las casetas hacia el río, cubriendo parte de la zapata”, norma que incluye banderas, al margen de su tamaño o contenido, así como lonas, toallas, etcétera.
Para
Torrijos, no tiene sentido impedir la colocación de estos elementos “a
priori”. Por eso, su fuerza política reclama que esta limitación sólo se
aplique en aquellos casos en los que “se deteriore o se agreda
el patrimonio municipal”, cosa que no sucede, por cierto, con la enseña
republicana que suele desplegarse todos los años desde la caseta de
Izquierda Unida a lo largo del muro.
Por
lo demás, los reparos de IU se extienden también a los aspectos de
carácter más técnico de la ordenanza, centrándose especialmente en los
relativos a la baremación de las solicitudes de entidades demandantes.
En este sentido, la federación de izquierdas no ve bien que, entre los
criterios de evaluación, se otorgue una puntuación del 50% en función de “la representatividad y del grado de interés o utilidad de los fines”, algo que Torrijos considera “demasiado arbitrario y subjetivo”.
“¿Quién
se encarga de valorar este parámetro? ¿Quién decide si es más útil una
fiesta recaudatoria de beneficios para costear los exornos de una
procesión que una campaña política para desautorizar alguna decisión del
Gobierno municipal?”, se pregunta IU en sus alegaciones.
Por
todo ello, Torrijos ha concluido afirmando que la Velá de Santa Ana “va
mucho más allá del concepto encorsetado y sesgado” que el PP se empeña
en decretar mediante una normativa que, en su opinión, “destila
intolerancia por todos lados” y “trata de vulnerar a toda costa la
diversidad ideológica y cultural que históricamente ha caracterizado a
esta fiesta”. Por ello, ha insistido en la necesidad de que el Gobierno
local dé marcha atrás en sus planes e inicie un proceso para rehacer la
ordenanza de forma consensuada y participada con los vecinos y entidades
afectadas.
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