Nunca desfalleció en la lucha por sus valores y sus principios. Lo encontrábamos siempre echando una mano, en lo grande o en lo pequeño. En la Huelga General o en la Velá de Bellavista, su barrio, en cuya Agrupación “Manuel Gonzalo” del Partido Comunista de España, ejercía de verdadero militante y se empleó a fondo como Responsable de Organización durante varios años.
Defensor de las causas justas y situado siempre de la parte más débil que suele ser la que tiene la razón: Amigo del Pueblo Saharaui, defensor del Pueblo Palestino, partidario de la Revolución Cubana.
Supo inculcar a sus hijos los valores del respeto a los demás y la cultura como defensa de las
injusticias. Su lema, “trabajo, trabajo, trabajo” era su referencia vital, y hacerlo para y con la gente
su método en la vida.
A Antonio le delataba su sinceridad. Con él y con los demás, lo que le permitió circular por la vida con total intensidad y coherencia. Nunca se puso escudos ni justificaciones, incluso cuando amó. Jamás daba una batalla por perdida.
Vivió por y para lo que era importante para él, y nunca se dejó influir por lo que otros le decían que merecía la pena. Los miembros de la A. LIMAM le entregaron una placa que lo refleja bien.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
¡Hasta siempre, camarada! ¡Salud y República!
SE FUE UNO DE LOS NUESTROS,UN HOMBRE DEL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO,UN CAMARADA,UN HOMBRE BUENO,...
ResponderEliminarQUE LA TIERRA TE SEA LEVE COMPAÑERO
Hasta siempre, camarada. Salud y República
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