Estos días no sólo traen números para las temperaturas veraniegas, los traen también para nuestras realidades y nuestras opciones.
400 es el número que refleja la cantidad de euros que, durante 6 meses, recibe un desempleado que ya haya agotado el periodo de tiempo de la prestación y la ayuda y que, tras reunir los requisitos, pueda acogerse a esa cantidad económica recogida en el Plan “Prepara”.
200.000 son los desempleados y desempleadas que, según los últimos datos, tendrían derecho a esta ayuda que, a menos de 6 días de su vencimiento semestral, aún desconocemos si el gobierno piensa prolongarla o, por el contrario, continuando con los recortes va a ponerle fin.
Más de 1.000.000 son los hogares españoles donde todos los miembros de la unidad familiar están en desempleo y por tanto en un periodo más o menos breve, son personas susceptibles de poder entrar en el circuito de los 400 euros.
Por contra, hoy entra en vigor la cifra mágica de 300.000 que se corresponde con el salario máximo anual, expresado en euros, que puede cobrar un directivo de una caja o entidad bancaria que haya sido nacionalizada (es decir, rescatada con el dinero de todos los españoles).
20 son los ya famosos “carritos del súper” expropiados en Écija y 59 es la cuantía de euros que, al mes, tendría que pagar por recibir aseguramiento sanitario público una persona residente en nuestro país en situación irregular.
Con este baile de números se producen auténticos “sonrojos sociales” ¿Cómo que se acepta con naturalidad que un directivo de BANKIA pueda cobrar 300.000 euros al año, sólo por seguir aumentando la cuenta de beneficios de unos accionistas a los que les hemos salvado el culo con el dinero de todos? ¿Cómo es que se produce un encendido debate, con órdenes de detención incluidas, por llevarse 20 carritos de un súper? ¿Por qué unos son tildados de “chorizos” y los otros de “altos ejecutivos”?
Mientras, más de 200.000 personas vivirán una semana de máxima tensión sin saber si podrán o no tener derecho a la ayuda de 400€.
Cuando todo esto pasa, el portavoz del PP –Alfonso Alonso- pide comportamientos ejemplares para los cargos públicos –debe referirse el hombre al comportamiento del diputado Camps (expresidente valenciano) o a Matas (expresidente balear) y, para arreglarlo, el presidente extremeño –Sr. Monago- dice que “los médicos que están animando a la objeción de conciencia, para no dejar a los irregulares sin atención médica, no tienen derecho a ello” ¿Sí tenía derecho el PP a encabezar la llamada a la objeción de conciencia frente a la asignatura de educación para la ciudadanía o frente al aborto?
Al PP y al gobierno sólo debería preocuparles corregir una política que, a base de recortes, sólo hace a los pobres más pobres y a los ricos más ricos y esa política del PP, y sólo ella, es la culpable de que en un futuro haya más “carritos expropiados” y esta vez no sean diputados o sindicalistas los que tiren de ellos.
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